La Organización Mundial de la Salud clasifica la edad adulta de la siguiente manera: adulto joven de 18 a 44 años, adulto medio de 45 a 59 años, adulto mayor o anciano joven de 60 a 74 años, anciano de 75 a 90 años y anciano longevo a partir de los 90 años. Sin embargo, en los países desarrollados debido a la alta calidad de vida de sus habitantes y a una mayor esperanza de vida, se considera que la vejez o tercera edad comienza a partir de los 65 años. En nuestro país, según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística, a fecha 1 de enero de 2021, el número de personas mayores de 65 asciende a 9,38 millones, en las que la esperanza de vida se encuentra en 79,59 años en los hombres y 85,06 años en las mujeres.
La esperanza de vida es uno de los indicadores que mejor reflejan las condiciones sanitarias, sociales y económicas de un país, mientras que una esperanza de vida saludable pretende añadir una nueva dimensión a la cantidad de vida. Si se mide el porcentaje de tiempo que se vive en buena salud a partir de los 65 años, resulta que el tiempo que viven los hombres en buenas condiciones de salud es mayor que el de las mujeres. Las enfermedades diagnosticadas con mayor frecuencia son: patologías osteoarticulares, hipertensión, diabetes, enfermedades circulatorias, audición, depresión… Todo ello hace que cada vez más nuestros mayores reciban por parte de las entidades públicas alguna ayuda o prestación comprendida dentro del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia.
Los servicios más demandados son:
- Centro de día. Se trata de instalaciones especializadas atendidas por profesionales que atienden las necesidades específicas de las personas mayores durante unas determinadas horas del día, con el objetivo de mejorar o mantener el mejor nivel posible de autonomía personal y apoyar a las familias o a sus cuidadores. Este tipo de centro está orientado a los ancianos que aún no precisan una asistencia continua.
- Servicio de ayuda a domicilio. Este servicio tiene por objeto prestar un conjunto de atenciones en su propio domicilio a las personas mayores que tengan limitada su autonomía personal, con el fin de ayudarlas a realizar las tareas o actividades de la vida diaria que, por su situación de dependencia, no puede realizar por sí misma. Estas tareas pueden ser desde el acompañamiento al médico, al cuidado de la higiene personal o la realización de las tareas domésticas, entre otras. Este servicio es muy importante para los mayores que necesiten asistencia y para sus familias, tal y como destacan nuestros amigos de Servinet, ya que en muchas ocasiones los hijos no pueden hacerse cargo de todo lo que su ascendiente necesita al tener también sus propios quehaceres y obligaciones.
- Es un servicio permanente que funciona las 24 horas del día. Consiste en la instalación de un aparato en la vivienda del usuario conectado mediante línea telefónica a una central receptora, con la cual se puede conectar en caso de urgencia pulsando simplemente un botón. Tiene como objetivo ayudar a las personas mayores para que puedan seguir viviendo en su propio domicilio con seguridad y sin miedo al aislamiento.
- Comidas a domicilio. Este servicio consiste en la entrega en el domicilio de la persona usuaria, de comidas equilibradas y saludables en las adecuadas condiciones de calidad e higiene, con el fin de garantizar la cobertura de las necesidades nutricionales de la persona.
- Estancias temporales en residencias. Este servicio está destinado a ayudar a los cuidadores y familias que atienden en su domicilio a personas mayores dependientes con un deterioro físico y/o psíquico, por motivos de vacaciones, descanso o de otras necesidades.
- Residencia de la 3ª edad. Se trata de un centro sociosanitario donde viven, generalmente de forma permanente, personas mayores en la mayoría de los casos con un cierto grado de dependencia. Estas residencias son una alternativa al hogar familiar y ofrecen a sus residentes los servicios integrales de alojamiento y manutención, atención psicosocial, rehabilitación, atención sanitaria, cuidados personales, etc.
Beneficios de compartir la vida con un perro en la tercera edad
La convivencia con animales nos aporta múltiples beneficios, y en la tercera edad también. Concretamente los perros son una gran compañía, algo que para las personas que viven solas les aporta una disminución de sentimientos de soledad y aislamiento, además de otros muchos beneficios como:
- Promueven un estado de ánimo más saludable, positivo y optimista.
- La responsabilidad del animal les hace sentirse útiles, mejorando su autoestima.
- Les hace mantenerse activos física y socialmente.
- Reduce la depresión, el estrés, las visitas médicas…