Desde daños causados por tormentas hasta filtraciones cotidianas en tuberías o techos, los daños causados por la humedad en edificios residenciales y comerciales pueden ser muy costosos. Lo más importante es identificar y localizar los problemas de humedad antes de que provoquen más daños posteriores.
En los últimos años, las cámaras infrarrojas (cámaras termográficas) se han convertido en herramientas eficaces para detectar problemas de humedad en los edificios. En lugar de buscar la humedad centímetro a centímetro con un higrómetro, una cámara térmica ofrece la posibilidad de obtener imágenes de una habitación entera en pocos minutos. Mediante la localización de los cambios de temperatura resultantes del enfriamiento de la humedad por evaporación de mampostería, techo, etc. Un técnico puede mapear completamente el edificio en busca de humedad, identificando problemas antes de proponer medidas correctivas. Este artículo describe los parámetros y limitaciones al utilizar cámaras infrarrojas para detectar humedad en el interior de edificios y viviendas.
Cómo funciona una cámara infrarroja
Una cámara infrarroja puede detectar humedad atrapada incluso debajo de varias capas de materiales sin ningún signo externo en la superficie, incluso si la superficie está completamente seca y cubierta con pintura, suelo u otro material.
Sin embargo, una cámara infrarroja no es un higrómetro y no “ve” la humedad. Las diferencias de temperatura causadas por el enfriamiento provocado por la evaporación de la humedad en una superficie determinada crean patrones de temperatura únicos que pueden detectarse mediante una cámara termográfica sensible. La humedad evaporada enfría la superficie del material y crea una diferencia térmica de baja temperatura en comparación con los materiales secos circundantes.
Este fenómeno de evaporación se aplica principalmente a las inspecciones de interiores, en las que se monitorea la temperatura y otras variables. Se aplican excepciones a ciertos tipos de sistemas de techado donde el material húmedo en el techo crea un patrón de temperatura más cálido a medida que el sol calienta la humedad atrapada en los materiales del techo.
Consejos para realizar mediciones precisas con una cámara infrarroja
Aunque los interiores de los edificios suelen ser entornos controlados, el ingeniero de inspección aún debe considerar varios factores, que se analizan a continuación.
1. Temperatura del aire
El aire frío y caliente pueden crear falsos positivos y falsos negativos. El aire caliente entrante puede cubrir los materiales húmedos calentando la superficie, distorsionando o suprimiendo así el patrón de temperatura creado por la evaporación. Por el contrario, el aire frío que sale de un acondicionador de aire puede crear un patrón de temperatura similar al de un problema de humedad, creando un falso positivo. Durante el proceso de secado, los dispositivos de secado generan una gran cantidad de calor dentro de la estructura. Numerosos ventiladores dirigen un gran volumen de aire caliente a alta velocidad sobre superficies húmedas, lo que aumenta la posibilidad de un falso negativo. El aire caliente de los ventiladores puede superponerse a un patrón más frío creado por el enfriamiento producido por la evaporación de la humedad. Esto puede dar la impresión de que el material está seco. Aunque el aire ambiente por sí solo no afecta negativamente el patrón de temperatura de secado, la ubicación y el funcionamiento del equipo de secado pueden tener un efecto.
2. Aislamiento
El aislamiento de pared faltante o dañado puede ocultar los patrones de temperatura y crear falsos positivos y falsos negativos. La falta de aislamiento en una pared puede provocar, en un día cálido y soleado, que el material y la humedad interna de las cavidades de la pared crezcan más allá del punto en que el patrón de temperatura se suprime o se distorsiona. Por el contrario, en un día frío, la falta de aislamiento puede crear un patrón de temperatura más frío, similar al de un material húmedo. En ambos casos es necesario verificar la presencia de humedad con un higrómetro.
3. Azulejos de cerámica
La mayoría de los materiales de construcción de interiores tienen altos valores de emisividad (radiación de temperatura), lo que los hace muy adecuados para la termografía. Sin embargo, localizar humedad debajo de baldosas de cerámica y otros revestimientos de suelos y paredes puede resultar difícil. Dado que en la mayoría de los casos la humedad se encuentra en la capa subyacente del suelo y no en el revestimiento en sí, es posible que los cambios de temperatura en el sustrato húmedo no se transfieran a través de la superficie del revestimiento del suelo. Los reflejos no deseados dificultan la toma de fotografías objetivas al distorsionar el patrón de temperatura real.
4. Ventanas, revestimientos y exteriores
Al verificar la intrusión de humedad externa a través de ventanas, revestimientos y otras partes exteriores de un edificio, puede tomar una hora o más para que la humedad en el patrón de temperatura aparezca en el interior. En un caso que nos han relatado los profesionales Ibertronix, unos técnicos creyeron que el punto de penetración era el área encima de la ventana de la sala de estar. Rociaron la pared exterior con agua de acuerdo con los estándares ASTM. Después de veinte minutos, no había señales de humedad en la pared interior ni en el suelo. Luego se roció la pared exterior durante otros diez minutos, y aún así no se observó ningún patrón de temperatura evidente en el interior. Solo después de casi una hora de la primera prueba de pulverización, comenzó a surgir un patrón de temperatura en la fachada exterior húmeda y en el aislamiento del interior. Aunque la humedad penetró en la fachada exterior a los pocos minutos de la primera prueba de pulverización, tomó casi una hora para que las temperaturas del enfriamiento por evaporación penetraran la superficie de mampostería hacia el interior.
Con la ayuda de una cámara infrarroja pudieron observar cambios de temperatura de húmedo a seco desde pequeñas diferencias de temperatura de 1,5 °C hasta diferencias superiores a 12 °C. Durante el secado de un edificio, la diferencia de temperatura entre el material húmedo y seco aumentará y disminuirá dependiendo de la temperatura ambiente del edificio y del contenido de humedad del material. En la mayoría de los casos, las diferencias de temperatura son mayores durante las primeras 24 a 36 horas.
Herramientas de prueba de humedad
A continuación se muestran algunas herramientas y ayudas útiles para realizar una prueba de humedad:
- cámara térmica,
- higrómetro para confirmar el resultado,
- lámpara,
- cámara digital o cámara de película de 35 mm,
- cuaderno y bolígrafo para tomar notas,
- pincel para limpiar superficies, etc.,
- respirador para protección en entornos confinados y polvorientos, por ejemplo, sobre los suelos,
- cubiertas de zapatos para la necesidad de moverse frecuentemente del interior al exterior,
- escaleras que se pueden extender hasta la altura requerida del edificio,
- manguera de agua con pulverizador o juego de boquillas calibradas,
- cinta adhesiva y masilla de plomero para sellar los agujeros durante las pruebas,
- un tubo de sellador y una pistola para reparaciones temporales (si es necesario).
Conclusión
El impacto financiero de los problemas no detectados que surgen de la humedad en los edificios es significativo y estos problemas son cada vez más comunes. Si bien los medidores de humedad seguirán proporcionando una verificación definitiva de materiales húmedos y secos, la necesidad de detectar con precisión y eficiencia la humedad en los edificios sigue siendo un desafío. Al utilizar tecnología infrarroja, los técnicos de administración de edificios, las empresas de servicios y los reparadores pueden reducir el riesgo y el tiempo de inspección, aumentando potencialmente la eficiencia de su negocio. Aunque esta técnica no es una panacea, las cámaras infrarrojas son sin duda una poderosa herramienta de vigilancia.