Las urgencias y los tratamientos estéticos son las razones por las que más acudimos a las clínicas dentales.

Dolor de muelas

Varios estudios señalan que los españoles acudimos a las clínicas dentales cuando tenemos un problema dental acuciante, como puede ser un intenso dolor de muelas, o cuando queremos mejorar la apariencia de nuestra boca.

En España hay 42.860 dentistas colegiados. Tenemos un ratio de un dentista por cada 100.000 habitantes. Una de las proporciones más altas de toda la Unión Europea.

A pesar de ello, los españoles acudimos al dentista de manera esporádica. Tan solo el 66% de los adultos de nuestro país, visita una clínica dental una vez al año. Un 18% lo hace en más de una ocasión y un 16% acude de forma ocasional.

Aunque estos datos nos puedan parecer insuficientes, lo cierto es que la preocupación por la salud dental ha aumentado entre los españoles en los últimos años. Tenemos una mayor conciencia de lo importante que es tener la boca en buen estado. Tratamientos como la limpieza bucal o el blanqueamiento dental se encuentran entre los más solicitados.

Quizás la percepción de este asunto por parte de la población no sea la deseada por las autoridades sanitarias, pero lo cierto es que los españoles nos damos cuenta de lo importante que es cuidar nuestra boca a nuestra manera.

Eso lo saben muy bien los profesionales del sector. Los odontólogos de Clínica Dental Garriga, una clínica dental con 58 años de experiencia expertos en estética dental en Eixample, Barcelona, afirman que para que una clínica dental sobreviva debe adaptarse a los nuevos tiempos. Asumir los avances tecnológicos en el sector y, sobre todo, acoplarse a las necesidades y gustos de los pacientes.

Para ello, los dentistas deben comprender cuáles son las razones que inducen a un ciudadano normal a acudir a una clínica dental. Estas son algunas de las principales:

Las urgencias dentales.

Acudir a una clínica dental cuando tenemos una urgencia es una reacción habitual. Por eso, los pacientes suelen priorizar aquellas clínicas que ofrecen este servicio.

La revista Gaceta Dental recomienda acudir a urgencias dentales en aquellas situaciones que requieran una atención inmediata. Una de las más comunes es la fractura de un diente, independientemente de cómo se haya producido. En estos casos, no solo se debe valorar el daño en la pieza dental, sino también descartar posibles lesiones en los tejidos blandos o en el hueso maxilofacial.

Otro motivo frecuente es el dolor intenso en los dientes. Suele estar provocado por caries profundas que alcanzan la pulpa, generando infecciones en las terminaciones nerviosas. Este dolor puede ser tan fuerte que resulta incapacitante. En ocasiones, puede estar relacionado con la inflamación de un nervio dental o con la erupción de las muelas del juicio.

Otra situación de urgencia es la avulsión dental, es decir, la pérdida completa de un diente a causa de un golpe. En estos casos, es fundamental acudir rápidamente con la pieza caída, manipulándola solo por la corona y conservándola en leche, suero o bajo la lengua, para aumentar las probabilidades de reimplante.

Asimismo, conviene buscar atención inmediata si un aparato de ortodoncia produce heridas en la boca o si tras colocar un implante aparecen signos de infección.

En urgencias, los odontólogos suelen realizar intervenciones rápidas destinadas a aliviar el dolor, frenar hemorragias o contener infecciones. También pueden hacer restauraciones provisionales o intentar reimplantar un diente perdido. Cuando la pieza no puede salvarse, se procede a la extracción.

Es importante entender que las urgencias dentales tienen un carácter principalmente paliativo. Su función principal es estabilizar al paciente mediante curas, drenajes o medicamentos y, si es necesario, derivarlo posteriormente a una cita ordinaria para completar el tratamiento

No obstante, no todos los problemas bucales justifican acudir a urgencias. Situaciones como pequeñas caries sin dolor, sensibilidad dental, sangrado leve de encías o aparatos de ortodoncia sueltos, deben resolverse en una consulta programada.

Blanqueamiento dental.

El blanqueamiento dental es uno de los tratamientos más solicitados por los pacientes en nuestro país.

En los últimos años, los tratamientos de estética dental han experimentado un crecimiento del 76%. Cada vez más personas buscan mejorar la apariencia de su sonrisa, siendo el procedimiento más demandado el blanqueamiento dental.

Dentro del blanqueamiento dental, existen dos modalidades que se aplican en las clínicas: el blanqueamiento con luz LED y el tratamiento ambulatorio.

El blanqueamiento por LED se realiza en la consulta del odontólogo. Durante el procedimiento, el especialista aplica un gel específico sobre los dientes y activa sus componentes blanqueadores mediante una luz LED dirigida. Los resultados son visibles desde la primera sesión. Tras unas pocas visitas, se puede conseguir un tono de blanco cercano al deseado por el paciente. Sin embargo, este método, aunque es seguro al realizarse bajo supervisión profesional, puede ser algo agresivo con el esmalte, lo que lo convierte en una opción menos recomendable en algunos casos.

En estos supuestos más sensibles, el blanqueamiento ambulatorio es la opción más adecuada. Una alternativa más gradual, aunque igualmente eficaz. En este tratamiento, el odontólogo proporciona al paciente un gel blanqueador junto con una férula diseñada a medida. El paciente aplica el producto en casa, generalmente por la noche, colocando la férula para que el gel actúe durante varias horas. Este proceso permite aclarar la dentadura de forma progresiva y con menor riesgo de dañar el esmalte dental. Además, se requiere acudir periódicamente a la clínica para realizar controles y ajustar el tratamiento en caso de que fuera necesario, lo que asegura un resultado seguro y adaptado a cada persona.

Tanto el blanqueamiento por LED como el ambulatorio ofrecen soluciones efectivas para quienes buscan una sonrisa más luminosa. La elección entre uno u otro dependerá de las necesidades del paciente, el estado de sus dientes y las recomendaciones del profesional.

Asistencia dental a los niños.

Si los españoles somos un poco descuidados con nuestra salud dental, no lo somos nada en absoluto con la de nuestros hijos. Por eso, llevar a los niños al dentista a realizar las revisiones que corresponden es una práctica asentada entre los padres.

La primera visita al odontopediatra, el especialista dental que va a supervisar la salud bucal de nuestros hijos, se efectúa cuando sale el primer diente de leche. Siempre, antes de que el niño cumpla el primer año de edad. En esta visita, el profesional se asegura de que el niño tiene la boca en condiciones para que emerja toda la dentadura provisional.

Otra visita importante es cuando el niño tiene 3 años. A esa edad ya le han salido todos los dientes de leche. El facultativo se asegura de que la dentadura se ha formado sin problemas y que no se aprecian trastornos que puedan condicionar la sustitución por la dentadura definitiva.

Manchas en los dientes, fracturas por golpes o caries persistentes son otras causas que motivan a los padres para llevar a sus hijos al dentista durante la infancia. Con todo eso, la Asociación Española de Odontopediatría recomienda hacer revisiones dentales a los niños cada 6 meses o cada año, igual que sucede con los adultos.

Ortodoncia invisible.

La ortodoncia invisible es un tratamiento que ha causado furor en la población. Tanto es así, que no son pocos los pacientes que acuden a la clínica dental para someterse a ella.

Según explica la revista médica Top Doctors, la ortodoncia invisible es un sistema que permite corregir la alineación dental mediante dispositivos prácticamente imperceptibles. Esta técnica se ha convertido en una alternativa estética y discreta a los tradicionales brackets metálicos, siendo una opción cada vez más popular entre quienes desean mejorar la apariencia de su sonrisa sin recurrir a métodos visibles. El tratamiento se basa en correctores transparentes fabricados con materiales termoplásticos que se diseñan a medida a partir de un escáner digital en 3D de la boca del paciente.

A través de una serie de férulas personalizadas, que se cambian aproximadamente cada dos semanas, los dientes se van desplazando de manera progresiva hacia la posición deseada.

Una de las principales ventajas de este sistema es que los correctores son removibles, lo que permite al paciente retirarlos para comer o cepillarse los dientes. Esta característica facilita mantener una correcta higiene bucal y evita las molestias habituales de los brackets, como las rozaduras o heridas.

Al no haber alambres ni piezas metálicas, no existen restricciones alimenticias, siempre que se mantenga una higiene adecuada antes de volver a colocarse la férula. A nivel estético, los alineadores apenas se notan, lo que ofrece al paciente la posibilidad de sonreír con naturalidad durante todo el proceso, favoreciendo su autoestima y confianza.

El tratamiento, que suele durar entre 9 y 18 meses, resulta eficaz para abordar problemas como dientes apiñados, separados o desalineados. Asimismo, al ser menos invasivo, requiere menos visitas a la clínica, ya que muchos ortodoncistas entregan varios alineadores en cada revisión. Sin embargo, no siempre es la opción más indicada. Alrededor de un 10% de los pacientes presentan casos complejos en los que la ortodoncia invisible no es suficiente. Alteraciones, como la mordida cruzada o la mordida abierta, suelen requerir brackets fijos para lograr resultados efectivos.

 

 

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