Desafortunadamente, hasta el 15% de la población adulta afirma sentir miedo, fobia y pánico ante la idea de ir al dentista. Estos datos no hacen más que entristecernos, puesto que quieren decir que muchas personas sienten verdadera ansiedad al tener que enfrentarse a esta situación, y otras muchas evitan ir directamente ante la idea de no poder soportarla.
Aun así ¡no todos son malas noticias! Nos encontramos en una época en la que la ciencia ha avanzado considerablemente y, sin duda, este tipo de avances son ya capaces de ayudar a personas con problemas de todo tipo a superar sus miedos, su dolor y a evitar en general que pasen un mal rato.
¿Has oído hablar alguna vez de la sedación consciente? Este método revolucionario hará que las personas que sienten miedo de las agujas, sientan un gran alivio al entender que no hará falta la intervención de ninguna aguja para dormir la zona y no sentir absolutamente nada durante la intervención dental.
Quédate a conocer un poco más acerca de ella y date la oportunidad de perder el miedo al dentista para siempre.
¡Empezamos!
¿En qué consiste la sedación consciente?
Tal y como defienden los expertos de la clínica DentaFitlos, la sedación consciente se podría traducir perfectamente como la anestesia sin dolor.
Éste es un procedimiento en el cual se administra medicación para inducir un estado de relajación profunda y calma en el paciente durante los procedimientos dentales. A diferencia de la anestesia general, que induce un estado de inconsciencia total, la sedación consciente permite al paciente permanecer despierto y capaz de responder a estímulos verbales, aunque en un estado de relajación profunda.
Para sedar al paciente, éste debe inhalar una mezcla de gases por vía nasal. Su efecto es rápido y seguro ¡no te preocupes! Además, durante la sedación consciente, se monitorea de cerca la respiración, la presión arterial y otros signos vitales del paciente para garantizar su seguridad y bienestar.
En resumen: el paciente estará despierto durante toda la intervención, pero no sentirá nervios ni sufrirá ningún tipo de dolor.
¿Qué beneficios tiene para la persona que tiene fobia al dentista?
La sedación consciente ofrece una serie de beneficios que pueden mejorar la experiencia tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud dental.
Entre ellos, encontramos los siguientes:
- Reducción de la ansiedad.
Una de las peores sensaciones que experimentan las personas cuando tienen una fobia, es sin duda la ansiedad. Esta también afecta a las personas que sufren miedo al dentista, haciendo que quienes la sufren se imaginen viviendo las peores situaciones cuando acuden al dentista ¡se imaginan hasta la muerte!
Por ello, la sedación consciente es una de las mejores vías para reducir la ansiedad y el miedo asociados con las visitas al dentista. Esta técnica no sólo consigue sedarlos de forma suave y sin recurrir a “agujas”, sino que además los tranquiliza para que se sientan más relajados y cómodos durante los procedimientos dentales.
- Aumento de la comodidad del paciente.
Como hemos mencionado anteriormente, al inhalar el gas de sedación consciente el paciente entra un estado de relajación profunda, mejorando su comodidad durante procedimientos dentales que pueden ser incómodos o dolorosos.
- Facilita procedimientos más complejos.
La sedación consciente facilita la realización de procedimientos dentales complejos y prolongados al ayudar a los pacientes a mantenerse calmados y cómodos durante todo el proceso.
- Reducción de sensación de “asco” o de vómito.
Este tipo de sedación puede disminuir el reflejo de la arcada en pacientes sensibles, lo que resulta muy útil a la hora de realizar operaciones dentales como la toma de impresiones o la colocación de materiales dentales.
- Mejora la colaboración del paciente con el dentista.
Cuando logramos que el paciente esté más tranquilo y abandone la sensación de malestar y ansiedad, éste colaborará mucho mejor a la hora de tratar sus problemas dentales. Gracias a esto, el dentista podrá trabajar mucho mejor, por lo que ¡todos salen ganando!
- Reducción del tiempo de tratamiento.
Así es; este tipo de sedación también acorta el tiempo del procedimiento.
Muchas operaciones se alargan porque los profesionales deciden hacer pausas para minimizar la ansiedad o incomodidad del paciente. Sin embargo, gracias a la sedación consciente el dentista puede operar sin problema el tiempo que sea necesario, ya que para el paciente se hará mucho más corto de lo normal.
- Recuperación más rápida.
Por último, a diferencia de la anestesia general que puede requerir un tiempo de recuperación significativo, los pacientes que reciben sedación consciente tienden a recuperarse más rápidamente y pueden reanudar sus actividades normales poco después del procedimiento.