Hay ocasiones en las que es necesario adaptar la vivienda para que en ella pueda vivir con comodidad una persona con movilidad reducida. Además, es habitual que haya que adaptar la vivienda en tiempo récord porque la movilidad se puede perder de manera repentina por un accidente o una dura enfermedad.
Pues en este artículo te vamos a indicar las principales acciones que hay que llevar a cabo en una vivienda para poder adaptarla a una persona con movilidad reducida.
- Elimina barreras
La primera cuestión que hay que tener en cuenta es que hay que eliminar cualquier tipo de barrera que haya tanto en la vivienda como en el edificio. Y es que no tiene sentido adaptar una casa si no se puede acceder a ella. Así que hay que comprobar que los accesos a la vivienda sean aptos. Porque aunque cada vez sean menos los edificios que no disponen de ascensor en algunos bloques en el hall de entrada hay unas cuantas escaleras que impedirán el acceso. En esos casos se puede hacer una obra para crear una rampa o instalar un elevador.
Por supuesto, luego también hay que comprobar que dentro de la vivienda no haya barreras. Por ejemplo, las puertas deben dejar espacio para poder realizar maniobras con una silla de ruedas, el pasillo debe contar con una anchura mínima de 80 centímetros y en el caso de tener bañera hay que cambiarla cuanto antes por una ducha. En definitiva, son pequeñas cuestiones que permitirán a la persona con movilidad reducida tener una óptima calidad de vida, así como facilitarán también las labores de ayuda a sus cuidadores.
- Instalar una cama articulada
La cama también es muy importante. Lo mejor es optar por camas articuladas porque facilitarán tanto el momento de acostarse como el de levantarse. “las camas articuladas son camas completamente eléctricas que permiten que se pueda levantar la parte de la espalda como la de las piernas. Además permiten adquirir fácilmente la postura deseada y en algunos casos disponen de barandillas abatibles”, indican desde Cuidaria, empresa que ofrece servicio de alquiler de camas articuladas en Sevilla y otras provincias andaluzas. Y puede ser interesante optar a un alquiler, ya que este tipo de mobiliario no suele ser económico.
- Artículos a una altura adecuada
Otra cuestión a tener en cuenta es que si se quiere facilitar el día a día de personas con movilidad reducida hay que evitar dejar sus enseres y productos a alta o baja altura. Porque no podrán acceder a ellos. Por ejemplo, si tienes un familiar con movilidad reducida es recomendable que todos sus productos los dejes a una altura adecuada a la que pueda llegar sin ningún tipo de esfuerzo. Por ejemplo, el mando de la cama articulada lo debe tener a la vista en la mesilla.
Esta altura adecuada es normalmente de 120 centímetros, pero dependerá de la altura a la que se encuentre la silla de ruedas.
- Adaptar el baño
Antes hemos comentado brevemente que si en la vivienda hay una bañera es recomendable hacer un cambio a ducha, ya que facilita el acceso para el aseo. Además, también sería recomendable instalar un agarrador para que se pueda agarrar si no se siente del todo seguro o segura, así como un sentón para que pueda sentarse cómodamente y disfrutar de la ducha sin miedo a caídas o resbalones. También hay que colocar un material antideslizante a la salida de la ducha para poder reducir el riesgo de caída.
Respecto a otras cuestiones del baño hay que hablar del lavabo. Muchos lavabos suelen tener muebles debajo o elementos que impiden a las personas en silla de ruedas poder acercarse para cepillarse los dientes o lavarse las manos. Es importante que el lavabo no disponga de mobiliario inferior que impida la aproximación.
También como ya se ha indicado con anterioridad hay que colocar todos los artículos y productos de aseo diarios como son el cepillo de dientes, la pasta, el peine o la toalla de manos a una altura adecuada.
Estas son las principales cuestiones que hay que tener en cuenta a la hora de adaptar una vivienda y prepararla para una persona con movilidad reducida. No obstante, estas son las actuaciones básicas que hay que realizar, pero con las que la persona con movilidad reducida ya podrá realizar su día a día sin inconvenientes ni barreras. Pero puede que después con la convivencia pueda aparecer algún inconveniente o cambio que sería oportuno realizar.