Sí, como lo oyes, los hombres también se arreglan las cejas. Cuidar el aspecto es el denominador común del hombre moderno. No lo hacemos tanto como las mujeres, o al menos no es tan evidente, pero un cuidado de cejas debe incluirse en nuestra rutina de estética personal.
Aquel dicho popular que decía “el hombre y el oso cuanto más feo más hermoso” hace décadas que quedó desfasado. Está claro que para salir a la calle no hace falta que vayamos hechos unos pimpollos, con traje de chaqueta y corbata, peinados con raya al lado y calzados con mocasines brillantes. Existen tantos estilos como gustos, pero en todos ellos, cuidar los detalles denota que nos preocupamos por nosotros y que no somos unas personas abandonadas. No es un elemento narcisista. Se entiende que alguien que no se preocupa por sí mismo, difícilmente se podrá preocupar por los demás.
Si te das cuenta, hay muchos hombres que llevan barba, pero se la cuidan. Se la recortan y perfilan regularmente. Es por ello que ha vuelto a resurgir el oficio de barbero, esta vez con otro nombre: “Barber Shop.” Hay hombres que les gusta llevar el pelo largo, pero no se lo dejan crecer a lo loco, pasan por la peluquería cada dos o tres meses para igualarlo y sanearlo.
Quizás un aspecto que nos pasa más desapercibido a los hombres es el tema de las cejas. Pero, ¿qué hombre no se ha quitado alguna vez con pinzas los incómodos pelillos que salen en el entrecejo?
A determinada edad, sobre todo, si nunca nos las hemos arreglado, nos damos cuenta de que a mitad de ceja aparecen unos pelos que crecen salvajes y desordenados. Que se montan sobre el resto de la ceja y parecemos un búho. A partir de los 40, en las cejas aparecen canas. No son como las canas del pelo de la cabeza, que aportan una cierta distinción. Son unos pelos blancos como la nieve, más gordos que el resto y que crecen como alambres.
En la estética masculina, la clave está en cuidar los detalles. Eso incluye las cejas. A veces, un acontecimiento extraordinario nos lleva a tomar medidas imprevisibles. Nos cuenta Juan, un chico de 30 años de Madrid, al que su mejor amigo le propuso que fuera el padrino de su boda, que cuando faltaban dos días para la ceremonia decidió arreglarse las cejas.
Aunque era una boda civil, sabía que todo el mundo iría arreglado al evento. Él no podía ser menos, era el padrino, debía estar a la altura. Se había comprado un traje y zapatos nuevos, se acababa de cortar el pelo. A pesar de todo eso había algo que no encajaba. Siempre había tenido unas cejas gruesas y muy pobladas. Las aceptaba justificando que le daban personalidad, pero lo cierto es que era un rasgo que no le gustaba lo más mínimo. Paseando por la calle vio un centro de estética de Lovely Ashes, una cadena especializada en cejas y pestañas, que en el cartel de la entrada, al final de lista de servicios del establecimiento, venía escrito: “Servicio para hombres.”
Me dice Juan, que con cierto pudor, entró en el local y una chica muy simpática le atendió. Le dijo que le podía rediseñar las cejas y dejarlas un poco más simétricas, si quería, podía atenderle ya mismo. Juan, que no perdía nada por probar, aceptó. Dice que aquel pequeño arreglo cambió por completo la imagen de su rostro.
Los tratamientos más habituales.
Nos dicen varias esteticistas, que hemos consultado, que los tratamientos para cejas más demandados por hombres son 4, por este orden:
- Diseño de cejas.
Consiste en perfilar las cejas y dejarlas lo más simétricas posible. Para ello se eliminarán los pelos que crecen fuera de la línea natural de la ceja, tanto en el exterior, en el entrecejo y en la parte de abajo. Se recortarán los pelos que crecen más largos, intentando que todos los pelos de la ceja tengan una distancia uniforme. Si el rostro del caballero lo aconseja, se disminuirá el grosor de la ceja y se le dará un aspecto más estilizado.
- Alisado de cejas.
Es un tratamiento por el cual, después de arreglar la ceja, se peina y se aplica un fijador por el cual las cejas quedan más ordenadas y delineadas. El efecto conseguido dura entre 4 y 6 semanas, y facilita el mantenimiento diario. De esta forma el vello queda más definido.
- Teñido.
El tinte aplicado a las cejas es un tinte natural, a base de henna. Algunos centros incluyen este tratamiento en el servicio básico. Con él no solo se cubren las canas, sino que la ceja tiene un color uniforme y gana en intensidad.
- Repoblamiento de cejas.
Aunque no es un problema muy común, lo cierto es que hay hombres que tienen las cejas poco pobladas o que presentan ciertas calvas antiestéticas. Actualmente, existen diversos tratamientos no quirúrgicos que logran aumentar la densidad de la ceja. Uno de ellos es el microblading, por el cual se realizan trazos que imitan los pelos de las cejas infiltrando pigmentos orgánicos en la piel. El efecto dura más de un año. Se trata de un procedimiento seguro y relativamente rápido.
Mantenimiento en casa.
Dice el consultor de imagen para caballeros, Rubén Lara, en su blog personal Soy Guapo, que el cuidado de las cejas forma parte del ABC básico en el arreglo personal de todo hombre que cuide su imagen.
Debe realizarse una vez por semana y dar la sensación de que no se ha tocado la ceja, es decir, debe quedar natural. Sin embargo, sus efectos cambian por completo la apariencia de la mirada.
Para efectuarlo necesitamos unas pinzas depilatorias, un peine de púas estrechas, unas tijeras pequeñas y un lápiz. El lápiz servirá para delimitar el comienzo y final de la ceja. La ceja comienza en línea recta perpendicular al ángulo formado por la apertura de la nariz, y termina paralelo a la inclinación que crea el orificio de las fosas nasales. Todos los pelillos que aparecen fuera del espacio acotado hay que eliminarlos con las pinzas depilatorias. Esto incluye los pelos del entrecejo y los que sobresalen en la parte exterior. También deberemos quitar los pelos sueltos que nacen en la parte de debajo de la ceja en dirección al comienzo del párpado.
A continuación peinaremos cada ceja hacia arriba, lo cual nos permitirá detectar los pelos más largos, estos los recortaremos con las tijeras, procurando que todos los pelos tengan una longitud similar.
Intentaremos dejar las dos cejas simétricas, pero no hay que obsesionarse. Conseguirlo al 100% es bastante difícil.
A las mujeres les gustan los hombres arreglados.
En un artículo, la revista digital Esquire, señala que a las mujeres les gustan los hombres que presentan un aspecto pulcro. Cada mujer tiene sus gustos personales. Hay mujeres que se sienten atraídas por hombres con un aire canalla, otras prefieren hombres más clásicos, las hay que les gustan los deportistas, y otras que se decantan por hombres con un look roquero y algo rebelde. Pero todas coinciden en elegir hombres que mínimamente se cuiden.
Es una cuestión de higiene. No se trata de castigarse diariamente en el gimnasio. Son detalles más elementales. Ducharse a menudo, oler bien, llevar la ropa limpia y arreglada, cuidar el corte de cabello, la barba, etc.
Un hombre debe ser natural. Vestirse con la ropa con la que se identifica. Lucir el look que expresa su personalidad y con el que se siente cómodo. No se trata de ir disfrazado para quedar con una chica. Ellas lo detectan y rechazan a los impostores. Pero dentro de esa imagen que presentamos, debemos ser limpios y cuidadosos.
La mayoría de las mujeres dedican tiempo a arreglarse y a cuidar su imagen. Esto hace que exijan un mínimo de cuidado en sus acompañantes. No aceptan en su pareja aquello que no admitirían para ellas mismas. Aunque, te lo aseguro, suelen ser más permisivas con los hombres de lo que son con su persona.
Si ellas se ponen un vestido y se maquillan para salir a cenar un sábado por la noche, no van a aceptar que tú salgas con unos vaqueros y una camiseta cualquiera como si fueras a pasear al perro. Por lo menos, dúchate y ponte una camisa.
Puede parecer algo superficial, pero no lo es. Los detalles dejan entrever ciertos aspectos de nuestra personalidad. De cómo nos planteamos la vida y de la importancia que le damos a estar con la otra persona.
Desde luego, que la relación entre hombres y mujeres no se limita a la imagen, pero digamos que la imagen es la puerta de entrada. Si vemos una casa derruida o cochambrosa, no nos dan ganas de llamar al timbre.
Aunque no seamos conscientes de ello, para los hombres, el arreglo de las cejas forma parte de nuestro cuidado estético básico, como cortarnos el pelo y cuidar nuestro cabello, afeitarnos o arreglarnos la barba y ponernos ropa limpia.