No debemos olvidarnos nunca de nuestros ancianos y de sus necesidades

¿Tenemos un problema en España con el envejecimiento de la población? No sería lógico que lo negáramos, sobre todo después de las cifras que nos están llegando a través de algunos medios de comunicación y que ahora analizaremos. Es algo que viene ocurriendo tanto en España como en el resto de países desarrollados, donde la esperanza de vida está subiendo y donde, además de eso, la gente tiene más complicado cada vez tener hijos e hijas que garanticen el correcto relevo generacional. Es una buena noticia que la esperanza de vida esté creciendo y que la gente mayor tenga la capacidad de disfrutar de la vida durante más años y precisamente de eso vamos a hablar.

Fijaos, en primer lugar, en la pirámide de población española que nos proporciona el portal web Expansión en su sección Datosmacro. Como veis, es de todo menos una pirámide. Y lo más importante de todo es que el grueso de la población, que se encuentra en torno a los 50 años, pronto se va a jubilar y tendrá que ver cómo empieza la dependencia de terceros, por desgracia. Esto convertirá al gráfico en una pirámide, sí, pero una pirámide inversa, con los ancianos como principal grupo de población. Y habrá que proveer de servicios a ese gran volumen de gente para que no les falte de nada.

En otra información, en este caso publicada en la web Business Insider, se aseguraba que la población mayor de 65 años había aumentado en España pero que solo había ocho grandes municipios en los que no era así. Se trataba de Martos, Vic, Melilla, Mijas, Torrevieja, Manacor, Jávea y Calpe. Pero en todos los demás, desde luego, la población que compone la tercera edad ha subido… y seguirá subiendo. Que no le quepa la menor duda a nadie.

Con el paso de los años, las personas nos convertimos en seres cada vez más dependientes. Es algo que no tiene que avergonzar a nadie y que, desde luego, es tan natural como la vida y la muerte. Todos y todas hemos sido dependientes cuando somos pequeños y, a medida que nos vamos haciendo mayores, esa dependencia también aumenta. Y, cuando una persona es dependiente, ya sabemos que los servicios que necesita son especiales, servicios que primen su salud, seguridad y comodidad sobre todas las cosas. Eso es lo que necesitan millones de ancianos y ancianas ahora mismo en España.

Uno de los derechos básicos que tiene una persona es que en sus momentos de mayor vulnerabilidad haya alguien que se pueda encargar de ella. Muchas veces nos olvidamos de que eso no es aplicable solamente a los niños, sino que también los ancianos pueden llegar a esa situación de vulnerabilidad que estamos comentando. Según los profesionales de esta residencia de ancianos en Valladolid, NSD Rosario, hay muchos ancianos en España que se encuentran en esa situación y para los cuales lo ideal es ingresar en una residencia en la que puedan encontrar todo lo que necesitan sin ninguna clase de molestia. Cada día más familias, según nos comentan, deciden acudir a este tipo de centros para asegurar que sus mayores tienen lo mejor.

Hay muchos mayores que todavía viven solos en España

La otra cara de la moneda son todos aquellos mayores que, por desgracia, viven solos después de haber enviudado. Los hay que no tienen familia, pero también los hay que, teniendo familia, se encuentran en una situación de abandono bastante considerable. Ni que decir tiene que eso no puede ser y que hay que poner toda la carne en el asador para evitar una situación como la que estamos describiendo. Es de justicia.

Hemos visto en muchas ocasiones en las noticias lo dramática que es esta situación de la que estamos hablando. Una persona mayor tiene una mayor cantidad de posibilidades de sufrir por muchos motivos: porque es más débil desde el punto de vista físico y porque, muchas veces, es más débil desde el punto de vista mental. Y tener que sufrir eso sin que haya nadie que nos ayude es algo muy duro y por lo que nadie debería pasar jamás. Las autoridades públicas deben apostar por el hecho de que nadie se vea en una situación así, y menos cuando se llega a una edad.

El objetivo es claro: que se reduzca todo lo posible el número de ancianos que pasan por una situación como la que hemos descrito a lo largo de todos estos párrafos. Lo ideal es que no quede ni uno sin ayuda, pero eso debe irse consiguiendo de una manera progresiva. Pero lo que es importante es que la ayuda que reciba cada cual sea lo suficiente como para que su vida mejore de una manera ostensible y que el sufrimiento desaparezca por completo.

 

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