La importancia de la salud oral en la salud general

Existen numerosos estudios que relacionan el impacto de la salud bucal sobre la salud general de las personas y por ende sobre la calidad de vida de las personas adultas. Así, desde la Asociación Dental Canadiense se señala que la salud bucal “es un estado de los tejidos de la boca y de las estructuras relacionadas con los mismos que contribuye positivamente al bienestar físico, mental, social y disfrute de las posibilidades de la vida del individuo, lo que le permite hablar, comer, socializar…”, dentro de su estado de salud general, por lo que impacta directamente en la calidad de vida de la persona.

Una evaluación física de la boca y de la cara pueden revelar indicios de enfermedades, hábitos perjudiciales como consumo de alcohol o tabaco, adicciones como consumo de drogas, violencia doméstica física, alimentación deficitaria o inadecuada, etc., tal y como nos recuerdan desde el Consejo de dentistas y por lo tanto reflejar una condición general de la salud, porque lo que entra por la boca puede afectar al resto del cuerpo y viceversa, lo que hay en el resto del cuerpo puede tener efecto en la boca.

Por su gran importancia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decidido integrar a la salud bucal en todos los programas de salud general que desarrolla, reorientando esfuerzos hacia la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades y creando áreas prioritarias mediante actividades que concuerden con las políticas en salud.

¿Cómo puede la salud bucal afectar a otras enfermedades y afecciones?

Diferentes estudios de investigación indican una relación entre enfermedades de encías graves y otras enfermedades que afectan al organismo, entre las que se pueden incluir por ejemplo la diabetes, pues una infección en la boca puede interrumpir los niveles de azúcar en la sangre y hacer que la diabetes sea más difícil de controlar.

  • Los pulmones, son un órgano vital también puede verse afectado, llegando a poder desarrollar una neumonía bacterial ocasionada por el depósito de bacterias en la boca.
  • Una periodontitis, causada por una deficiente higiene bucal, puede hacer que las bacterias viajen a través de la saliva hacia el estómago y de ahí hasta el torrente sanguíneo llegando incluso a las articulaciones, pudiendo provocar inflamaciones muy dolorosas.
  • Formación de coágulos. Presentar una mala higiene bucal ofrece a las bacterias la posibilidad de desplazarse hacia el torrente sanguíneo donde pueden llegar a provocar la formación de coágulos, ocasionando una trombosis venosa profunda o una embolia pulmonar.
  • Enfermedades cardiovasculares. Las personas con enfermedades en las encías o que padecen procesos orales crónicos tienen hasta un 50 % más de riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Según un estudio conjunto realizado por las Sociedades Españolas de Cardiología y de Periodoncia, esta afección produce una gran cantidad de bacterias que se alojan debajo de las encías, pudiendo pasar al torrente sanguíneo y afectar a otras partes del organismo, lo que aumenta el riesgo de episodios cardiacos como el infarto o la angina de pecho.
  • Partos prematuros. Las mujeres embarazadas con enfermedades en las encías se encuentran en un riesgo mucho mayor de presentar partos prematuros e incluso a dar a luz a bebés de poco peso.
  • Un estudio publicado en la revista científica Science Advances, revela que la bacteria que causa la periodontitis crónica, el patógeno Porphyromonas gingivali, se encuentra presente en el cerebro de pacientes fallecidos por Alzheimer. Esto confirmaría la relación entre esta enfermedad degenerativa y la infección bucal, que ya se venía anunciando y avanzando por otros estudios científicos y médicos.
  • Cáncer oral. Existen estudios que relacionan algunas de las causas de cáncer oral con la aparición de una úlcera bucal provocada por el rozamiento de algún diente roto o a una mala colocación de una dentadura postiza.

¿Cuáles son los cuidados esenciales para mantener una encía sana?

Entre los cuidados esenciales que existen para mantener una encía sana nos encontramos con:

  • Mantener una correcta higiene bucal, lo que incluye el cepillado de los dientes y limpieza de la lengua después de cada comida, o al menos tres veces al día, así como la utilización de enjuague bucal.
  • Evitar los malos hábitos, como el tabaquismo, consumo de bebidas alcohólicas y azucaradas.
  • Mantener una correcta y equilibrada alimentación, evitando pasteles, dulces, golosinas, etc.
  • Masticar correctamente los alimentos.
  • Realizar revisiones periódicas al profesional especialista. Lo aconsejable es una revisión cada seis meses o como mínimo una vez al año.
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