Muchas veces pasa que podemos vernos envueltos en una relación de pareja tóxica que nos está haciendo daño y de la que no podemos salir, incluso, muchas veces sin darnos cuenta. Por ejemplo, aquellas relaciones en las que existe abuso físico y verbal, chistes y comentarios denigrantes, celotipia, entre otros comportamientos dañinos.
Así, sucede que las personas que están involucradas en la relación tóxica se quedan en ella por codependencia, por miedo a enfrentarse a su pareja, por miedo a pasar por el dolor de una ruptura o por el más común miedo a estar solos. No obstante, mientras más tiempo pasemos en ella, más difícil será salir, y más heridas dejará en nuestra salud mental y nuestro autoestima.
Si decidimos abrir los ojos a nuestra realidad, asumir el estado en el que nos encontramos y damos un paso a la vez hacia nuestra libertad, no pasará demasiado tiempo hasta que nos demos cuenta que todo el esfuerzo y todo por lo que pasamos ha valido la pena porque nos hemos reencontrado con lo mejor de nosotros mismos y ahora nos sentimos más plenos y felices.
Sigue leyendo y entérate como salir con vida de una relación tóxica y superar sus secuelas con los consejos que nos ha compartido la psicóloga experta en materia de Vanessa Sanz.
¿Cómo sé que estoy en una relación tóxica?
Lo primero sería identificar que estás en una relación tóxica, ya que muchas veces no queremos darnos cuenta o es difícil reconocer los signos de la toxicidad cuando no son tan evidentes o a veces están enmascarados como “actitudes inofensivas, juegos o chistes”.
La característica principal de una relación tóxica es que, a diferencia de las relaciones sanas, estas no le aportan ningún beneficio a las personas involucradas en ella. Igualmente, en las relaciones tóxicas no suelen existir metas en común, no se suele buscar ni apoyar el crecimiento de las personas o la pareja, sino que más bien lo que se crea es un vinculo de codependencia emocional, el control, la manipulación, la victimización, el chantaje emocional y la violencia, entre otras.
Otra forma de identificar este tipo de relaciones es que ambas personas se sienten infelices dentro de la relación. Si es verdad que en las mismas relaciones sanas no todo es color de rosa, en las relaciones tóxicas los momentos de peleas, problemas e inconformidad pasan a ser la regla, una constante de su interacción. Lo que sucede es que la pareja se autoengaña, o uno de los dos manipula la situación, para creer que la relación si les está aportando felicidad y que están en una perder- ganar, en vez de en un perder-perder que nunca termina.
Así las personas que están involucradas en ella suelen comenzar a ver su salud mental afectada por ejemplo con episodios de ansiedad y depresión, trastornos alimentarios e, incluso, provocar comportamientos autolesivos. No obstante, lo que más sufre es el autoestima y la posibilidad de poder crear vínculos sanos en un futuro.
¿Cómo salir de una relación tóxica y superar sus secuelas?
Como dijimos en el punto anterior, una relación tóxica va a dañar la salud mental de la persona, su autoestima, autoconfianza y la confianza en las relaciones de pareja en general.
Así, una vez nos hayamos dado cuenta que somos parte de una, hay que dar el paso a paso hacia la libertad y aplicar los siguientes consejos para conseguir superar las secuelas psicológicas que esta pueda dejarnos, que podamos reencontrarnos con lo mejor de nosotros mismos y podamos construir relaciones sanas y felices en el futuro.
- Evitar el autoengaño
Este punto viene muy ligado al de darnos cuenta que estamos involucrados en una relación tóxica, y es que muchas veces somos nosotros los que nos negamos a admitir que nuestra relación de pareja no es sana y que ha llegado el momento de terminarla por nuestro bien y el bien de la otra persona.
Para ayudarnos a abrirnos a esta posibilidad, debemos comenzar a tomar en cuenta el punto de vista de nuestros amigos y familiares. Esto no quiere decir que se les vaya a conceder la razón absoluta, pues podrían estar equivocados, pero es un paso importante comenzar a tomar en cuenta su opinión y comenzar a distinguir si hay algo de verdad y de razón en lo que dicen.
Igualmente, la opinión más importante será la tuya propia. Sincérate contigo mismo y pregúntate como de verdad te sientes al estar con esa persona, por ejemplo, si genera sensaciones de debilidad o bienestar, e incluso, como te sientas cunado no está ¿le extrañas? ¿o más bien sientes alivio y paz? Si recaudando toda esta información te das cuenta que en verdad la persona te genera insatisfacción o infelicidad, esa es la clara señal que necesitas.
- Identifica tus conductas tóxicas también
Las relaciones siempre son un asunto de dos, tanto para los bueno como para lo malo. Esto quiere decir que si te encuentras en una relación tóxica, de seguro tu también has estado adoptando comportamientos por el estilo.
Así, debes aprender a identificar esas conductas dañinas tanto en tu pareja como en ti, sin justificarlas ni ignorarlas, es decir, debes evitar juicios como “en el fondo es buena persona” o “me cela porque me ama”.
También es importante que ninguno de los dos se victimice, puesto que esto es algo que suele suceder muy a menudo en este tipo de relaciones, por lo cual hacen que recaiga toda la responsabilidad de lo que está sucediendo en la otra persona. Lo correcto es que cada quien asuma su parte del problema y trabaje en ella, por su bien y el de la otra persona.
- Pierde el miedo al abandono
Lo que hace que muchas personas se queden dentro de su relación tóxica es que piensan que no van a poder vivir sin la otra persona o que no conseguirás a alguien tan buena como ella, lo cual es una clara característica de la codependencia. Así también terminamos aceptando tratos que de otra manera no soportaríamos y a desarrollar un miedo a ser abandonados.
Por lo tanto, el siguiente paso es comenzar a decirnos que no hay nada más lejos de la realidad, que no necesitamos a esa persona para vivir y que cuando estemos listos, aparecerán nuevas oportunidades de una relación que nos haga felices.
- Encontrar soluciones a lo tóxico de la relación
Aunque creas que este consejo va en contra de nuestro consejo anterior de dejar esa relación tóxica, la verdad es que lo más recomendable es, una vez reconocidas esas conductas tóxicas, se busque confrontarlas, así se haya decidido no continuar con la relación .
Esto porque cuando no se da una solución al problema, nos llevamos el problema y la herida que este nos causa a nuevas relaciones continuando con el patrón de toxicidad. Es importante cambiar estos problemas para poder ofrecerle interacciones sanas a las nuevas personas que lleguen a nuestra vida.
- Fortalecer la autoestima y el autoconocimiento
Llegamos a, quizá, el paso más importante del proceso, el del amor propio. Como ya hemos dicho en varias ocasiones, lo que más se reciente en una relación tóxica es nuestro autoestima, por lo que debemos hacer lo necesario para volverla a fortalecer.
Por ejemplo, la psicóloga Vanessa Sanz explica que ya el hecho de haber decidió no continuar con la relación y mantenerse firme a ello a pesar de todos tus miedos y de los intentos de la otra persona por continuar, te dará ese shot de autoconfianza que necesitas.
Igualmente, debes buscar transformar todas las conductas que hicieron de la relación una tóxica, de forma que ayudes a curar todas esas heridas que podrían hacer mella en tu amor propio, incluso, aquí también será bueno que sepas asumir tu parte de la culpa para trabajar en esos problemas y convertirte en una mejor y más sana versión de ti.
Además, deberás retomar la relación contigo misma pues por lo general solemos dejarnos a un lado en este tipo de relaciones. Pasa tiempo contigo misma, vuelve a hacer pasatiempos y actividades que te gusten, haz cosas nuevas que te ayuden a explorar tus intereses y habilidades y así hasta que vayas reconstruyendo el gusto hacia ti misma.
- Busca ayuda profesional
No está mal llegar a un punto del proceso y admitir que no podemos con todo nosotros solos y que necesitamos ayuda. No está de más acudir con un profesional en salud mental y en relaciones que nos ayude a atravesar todo este proceso, aprendiendo todo lo posible y siendo amables con nuestro ritmo y nuestros avances. Además que te podrá dar buenas herramientas para tomar las mejores decisiones y trazarte un plan de acción.
Sabemos que es difícil salir de una relación tóxica y reconstruirte desde cero, pero es peor el daño que te haces al quedarte al lado de una persona que no te hace feliz y cuyos comportamientos atentan contra tu salud mental, tu autoestima, tu moral y en el peor de los casos, incluso contra tu salud física.