Las empresas y las personas que las dirigen deben encontrarse siempre cercanas a las demás personas que las componen. Es una regla básica que hace que el funcionamiento de la entidad sea mucho mejor, que promueve la eficiencia y que, además, motiva a la gente que compone las bases de la empresa, lo cual es básico para que, como hemos dicho, todo funcione a la perfección. Está claro que hay que promover todo lo que vaya en esa dirección, aunque es triste comprobar que siempre hay una brecha de comunicación entre las élites dominantes en las empresas y las bases de las mismas en la mayoría de las grandes organizaciones.
Otra de las cosas que no se deberían olvidar en el seno de las grandes empresas es el conjunto de empleados que ya no se encuentran en las mismas, que decidieron tomar otro rumbo en su vida laboral o que, simplemente, se jubilaron. Los párrafos que vais a leer de aquí en adelante tienen que ver con estos últimos, con las personas que cerraron su vida laboral en la organización y que, desde luego, dieron hasta el último gramo de fuerza y conocimiento para conseguir ese objetivo que todos los trabajadores de una entidad persiguen: hacer del negocio algo rentable y beneficioso.
Las empresas deben agradecer su labor a las personas que se jubilan en ellas. Por dos razones: la primera de ellas, porque por regla general esas personas han pasado muchos años trabajando para la organización y esta prácticamente no se entiende sin ellas. La segunda, porque han dado los años más complicados de su vida laboral, los últimos, aquellos en los que hay más limitaciones desde el punto de vista cognitivo y físico, a la empresa en la que se han terminado jubilando.
¿Qué maneras tiene una empresa de agradecer la labor de uno de sus empleados o empleadas que se acaba de jubilar? Hay entidades que deciden hacerle un regalo, algo que desde luego habla muy bien de estas entidades. Hay otras empresas que, además de eso, deciden incorporar en sus instalaciones un busto conmemorativo de esa persona. Se trata de algo que, según nos han indicado desde Bustos Personalizados, nunca ha sido habitual en España pero que empieza a ser una tendencia especialmente entre las grandes organizaciones. Y, desde luego, es una muy buena idea para agradecer y valorar todo el trabajo que esa persona en concreto ha desempeñado por la empresa a lo largo de los años.
Según un estudio realizado por el portal web Statista, en España, entre los años 2019 y 2021, había un total de 168 empresas que disponían de más de 5.000 empleados. Imaginaos que tuvierais tal cantidad de personas en vuestra empresa. Sería bastante posible que los cambios de personal fueran diarios y que hubiera jubilaciones prácticamente de manera continua. Tener en cuenta detalles como los que os hemos comentado, sin duda, contribuiría a que toda esa gente sintiera que el trabajo de las personas en el seno de la organización se valora bastante.
Además, el hecho de que haya un busto conmemorativo a una persona determinada en la empresa puede servir de guía a las personas que entren después de ella. Sin duda, servirá para que la labor de esa persona se valore y extienda en el tiempo y para que, además, las personas que entren en la empresa quieran conocer más cosas acerca de la historia de la misma, algo que siempre es necesario y que nos ayuda a saber de dónde venimos para comprender a dónde queremos llegar. Saber eso tiene una mayor importancia de la que se le suele dar.
Hay que hacer lo mismo con quien se jubile antes de tiempo
Según una noticia que fue publicada por el portal web Heraldo, en España se jubilan cuatro de cada diez personas antes de tiempo, un dato que puede llegar hasta nuestros días merced a una gran cantidad de factores. En el caso que nos atañe, que son esos detalles y homenajes de las empresas a esas personas que han finalizado su etapa laboral en ellas, nos parece que debe dar lo mismo que esas personas no lleguen hasta los 67 años en sus instalaciones y que hayan decidido jubilarse antes: hay que concederles ese detalle igualmente.
Sin duda, nos gustaría ver que este tipo de cosas de las que estamos hablando se cumple en todos los casos, pero sabemos de sobra que no es así. Todas las empresas no siguen los mismos patrones para con las personas que se han jubilado en ellas y lo cierto es que es una verdadera lástima que así sea. Ojalá que esto cambie en los próximos años, seguro que habrá quien sea más proclive a este tipo de acciones y habrá quien no lo sea tanto. Al agradecimiento a esas personas que han trabajado para nosotros y nosotras es, al menos, lo mínimo que les podemos conceder.